Álava debate si debe cambiar la edad mínima para que los menores viajen solos

La idea inicial, planteada por el PP, era establecer en diez años el máximo para requerir acompañante a los usuarios pero en el acuerdo final se evitó fijar una cifra y se limitó a pedir la modificación del reglamento «sobre la base de homogeneizar sus condiciones con el resto de operadores de movilidad» de Álava. En la práctica esto supone mirar hacia Vitoria. En concreto, a Tuvisa y al tranvía. En ninguno de estos medios se fija un mínimo de edad para que los viajeros puedan ir solos. De hecho, a juicio del juntero popular Pedro García, esta situación significa «una discriminación del territorio respecto a la capital». «Hoy es posible que un niño coja un autobús de Lurraldebus y se vaya hasta Donosti, pero no puede coger uno de la red foral para ir a Alegría. Es un poco absurdo», dijo.

Múltiples fórmulas

En el debate abierto ayer sólo José Javier Bizarro (Podemos) se mostró de acuerdo con que «el corte de Primaria a Secundaria está bien planteado» a la hora de determinar la edad mínima para moverse sin compañía en los autobuses alaveses aunque su partido también apoyó la enmienda que aboga por una «homogeneización» con el entorno.

Si se mira más allá de las fronteras del transporte público del territorio existen múltiples fórmulas para regular la cuestión. Así, por ejemplo, La Unión que conecta Vitoria con Bilbao exige acompañante a los menores de ocho años, mientras que basta con una autorización a partir de esa edad y hasta los dieciséis. En Alsa, compañía de autobuses que cubre la mayoría de las rutas del país, piden el permiso paterno a los chavales de entre cuatro y doce años. Y en Renfe se les permite viajar sin compañía de los seis a los trece siempre que quien haya llevado al niño a la estación cumplimente la documentación requerida por la empresa.