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Vista del ascensor de Arangoiti.
Los vecinos de Arangoiti quieren un nuevo ascensor

Los vecinos de Arangoiti quieren un nuevo ascensor

El PP llevará al pleno de la semana que viene una propuesta de mejora en el acceso a este barrio alto de la ciudad

MArtín Ibarrola

Viernes, 24 de marzo 2017, 18:09

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Los 4.600 vecinos censados en el elevado barrio de Arangoiti quieren un ascensor que los conecte con el centro de Deusto. Desde hace seis años, el único elevador del que disponen es el que comunica los nuevos bloques construidos encima de la rotonda de subida a Enekuri. «Nos queda muy a desmano a todos. Además de tener que subir todas las cuestas, te deja en un lugar muy apartado, casi a la altura de Sarriko», denuncian desde las asociación de vecinos Bihotzaran, que este mes cumplen 50 años. «Nos gustaría volver a tener algo parecido al antiguo ascensor, que cerró en el 2010».

El PP llevará al Pleno del Ayuntamiento del 30 de marzo la propuesta de desarrollar un nuevo «acceso mecánico» que conecte el barrio de Arangoiti con la zona trasera de la plaza de San Pedro en Deusto. «Se trata de una demanda vecinal histórica. El cierre del antiguo aparato se debió a que la empresa concesionaria no le salía rentable, pero donde no llegó la iniciativa privada sí debería llegar la iniciativa pública. Costará, pero no hay otro remedio», ha instado el portavoz del Grupo Popular, Luis Eguiluz.

Para suplir el vacío creado con la clausura del antiguo ascensor, cuyo cartel sigue impoluto en la parte baja del barrio, el Ayuntamiento activó una lanzadera que tuviese el mismo recorrido y el mismo precio: 32 céntimos. Los vecinos se muestran particularmente contentos con este servicio y lamentarían que desapareciese con el nuevo proyecto. «La mayor parte de los censados son gente mayor. Muchos utilizan este autobús para llegar al médico y evitar las grandes pendientes. No deberían quitar la lanzadera hasta que el barrio esté bien articulado internamente y disponga de cintas mecánicas», explica un vecino al que todos los residentes conocen como Txutxi.

Josefa Herrera se sube al bus cada vez que tiene que ir al médico de familia o a hacer recados en el centro. A sus 80 años puede decir que lleva allí toda su vida. «Fui la primera mujer en habitar Arangoiti. Mi padre trabajaba en Etxebarri y nos instalamos aquí en 1953. Todo eran campas y solo había carreteras de barro. El barrio ha cambiado mucho desde entonces. Ahora está mejor asfaltado y más cuidado. Podemos pasear mejor, aunque no hay casi lugares donde aparcar. A ver qué hacen ahora».

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