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M. D.DURANGO
Viernes, 6 de enero 2017, 00:13
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Faltan sillas, a quien le toca poner la mesa, este pescado te se te ha secado en el horno Es la cantinela que suena cada año en las grandes comidas familiares que se organizan por Navidad. Para evitarla cada vez más hogares optan por salir a hoteles y restaurantes para disfrutar de estas fiestas. En Bilbao desde hace unos años es complicado hacerse con un hueco si se deja para última hora. Durango, apenas aterriza ofreciendo menús el día de Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes y establecimientos y comensales salen con buen sabor de boca.
En el segundo año que el Gran Hotel Durango abre su restaurante en estas fechas señaladas, ha alcanzado el tope de capacidad todos los días, salvo en Nochevieja. «La tendencia es muy positiva», señaló Roberto Delgado, director del establecimiento hostelero. Las ventas en el restaurante han aumentado un 45% con respecto al año anterior y se ha pasado de 40 reservas en las comidas de Navidad y Año Nuevo a 65, mientras que en Reyes, al que se destina mayor espacio y servicio, aumenta a 160. Y pese al número de cubiertos las reservas se cerraron hace un mes. «A la gente le gusta salir y no tener que organizar nada en casas y esta opción es accesible en calidad y precio». Un menú para este mediodía realizado por el equipo de Martín Berasategui cuesta 65 euros.
En Nochevieja se ofrecieron 60 cenas que vinieron acompañadas de cotillón, pantalla gigante para las uvas y chocolatada por 130 euros. La mayoría fueron familias de en torno a ocho personas de la villa, y un tercio de clientes del hotel procedentes de Francia y el resto del Estado. «Valoran de manera muy positiva la ubicación de Durango», sus instalaciones y el restaurante y lo convierten en su campamento base para recorrer el resto de Euskadi, continuó Delgado. En este sentido, la ocupación en Nochevieja fue del 40% y obedecía a fines turísticos, mientras que en Nochebuena apenas superaba el 20% y se trataba de durangueses que viven fuera y vienen a ver a su familia.
Esta Navidad se ha sumado el hotel Olajauregi, que abrió su comedor para recibir al año nuevo. El menú diseñado por Pablo Valdearcos, tercer premio en el concurso nacional Cocinando Nuestros Sabores organizado por Basque Culinary Center, costó 110 euros y el cotillón y fiesta 30. A él asistieron 50 personas, la mayoría de Durango y media decena de clientes del hotel. Siguiendo la línea, la comida de Reyes está al completo, mientras que el primer día del año fue flojo.
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