La Fundación Miranda incrementa las tarifas de su residencia de Barakaldo para frenar las pérdidas

Ahora, además, desde el lado de los usuarios del geriátrico se ha iniciado una recogida de firmas impulsada por la asociación de familiares de residentes en Bizkaia, Babestu, para protestar por la subida en las tarifas que se aplican desde el 1 de enero, y que fijan un importe único de 2.695 euros mensuales (de 2.050 para los considerados como autónomos privados históricos). «Supone un incremento del 35% sobre el precio anterior, y de un 50% si se aplica el complemento por habitación individual (fijado ahora en 300 euros)», denuncia Babestu. El colectivo critica la imposibilidad de apelar a esta subida y señala que se produce «en un contexto de gran insatisfacción», con quejas en áreas como la alimentación, la lavandería y la limpieza de habitaciones.

El gerente de la Fundación, Rafael Carriegas, justifica la subida aplicada por el incremento de los costes derivados del aumento constante de personal, que en sí son el 85% de los gastos de la residencia. Así, en 2013 el número de jornadas laborales completas que se abonaban en el centro era de 101 sumando también el porcentaje equivalente de todas las jornadas parciales, mientras que en 2016 llegaba ya hasta las 147. Ahora, en 2017, esta cifra se va a elevar hasta las 159 jornadas completas tras la contratación de nueve gerocultoras, una doctora, dos enfermeros y un terapeuta ocupacional, lo que supone un aumento de los gastos anuales de 480.000 euros.

Pérdidas previstas

Carriegas justifica las actuales necesidades de plantilla como consecuencia del nuevo modelo de usuario. Puesto que se retrasa cada vez más el momento de acudir a una residencia, abundan los perfiles con menor autonomía y mayores necesidades. «Como tenemos residentes de cada vez más difícil atención es inexcusable que tengamos cada vez más personal», razona, al tiempo que remarca que más trabajadores significan necesariamente un mejor servicio.

A falta de ultimar todas las facturas, la Fundación Miranda confía en cerrar 2016 con las cuentas equilibradas. En 2017, pese al aumento de las tarifas, de momento se proyectan unas pérdidas de 154.037 euros que deberán ser asumidas una vez más por el patrimonio histórico de la entidad. El motivo, la falta de cobros por alquiler de las instalaciones que ocupa el Colegio La Milagrosa a partir del 31 de agosto, si no se encuentra una solución al problema que padecen los alumnos y el personal de la escuela.