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Movilla ayer, durante la comparecencia pública.
«No he hecho nada que no me hayan pedido»
SEGUNDA B

«No he hecho nada que no me hayan pedido»

David Movilla hizo público ayer su desacuerdo con los motivos de su cese en el Barakaldo

SILVIA OSORIO

Martes, 21 de marzo 2017, 23:42

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La polémica sigue abierta en el Barakaldo. Tras varias semanas sin pronunciarse, David Movilla hizo ayer público su desacuerdo con los motivos de su despido ofrecidos por el presidente Orlando Sáiz. En una esperada rueda de prensa y con admisión de preguntas, negó haberse extralimitado en sus funciones como mánager deportivo, acaparando tareas que correspondían a la junta. «No he hecho nada que no me hayan pedido. Nunca he tomado una decisión de índole no deportiva sin el debido consentimiento del club», señaló con rotundidad.

Para ello, mostró el organigrama que, como asesor deportivo, se le entregó una vez confirmada la ampliación de su contrato, en el que se le elevaba a la categoría de mánager, por encima de Iñaki Zurimendi. En dicho documento, se le permitía proponer «ideas» en otras áreas. Sin acertar a concretar el motivo de su cese, el técnico intuye que ciertas preguntas hayan podido «incomodar, pero es sólo una impresión», precisó. «Siempre he respetado el órgano de gobierno. Mi intención siempre ha sido construir», añadió, al tiempo que aseguró que «nadie» le llamó la atención y que la primera muestra de malestar tuvo como consecuencia directa su despido. «Soy buen entendedor y si alguien me dice que no me compete, no me meto. Si opinar diferente incomoda, creo que no estamos en una sociedad civilizada. Seguro que hay errores, pero no malintencionados».

Los directivos que dimitieron, presentes en la rueda de prensa

  • David Movilla no estuvo sólo durante su primera intervención pública tras su despido. El extécnico fabril contó con el respaldo de su cuerpo técnico y parte de los directivos que dimitieron en la junta presidida por Orlando Sáiz. Pese a que desde el club de la Margen Izquierda y en palabras del propio Sáiz, se argumentó su salida por «motivos personales», lo cierto es que lo hicieron por su oposición a la destitución de Movilla como mánager deportivo. Y ayer quedó de manifiesto, ya que Iker Gutiérrez, Elena Lekubarri, Unai Rivero, Fran Sánchez y Marco García acompañaron al técnico en su comparecencia ante los medios. Asimismo, cabe destacar que uno de los asistentes abandonó la sala al grito de «directiva dimisión».

Movilla ha vivido tres semanas de «calvario» en las que se ha sentido «atacado y desprestigiado». Sin poder reprimir las lágrimas, aseguró haber sufrido uno de los mayores «palos» en una profesión que es su «pasión y vocación». «Me he dejado media vida. He metido una media de doce horas diarias para seguir avanzando en los clubes en los que he estado. Todo porque me apasiona lo que hago y porque sé que es el único camino para alguien que no ha jugado al fútbol de manera profesional. Nadie me ha regalado nada para cumplir mi sueño», arguyó

«Falta de claridad»

El ya extécnico gualdinegro también trató de aclarar las discrepancias con Zurimendi. Con el afán de contextualizar las acusaciones vertidas en su comunicado dirigido a la junta, Movilla explicó que redacta dicho documento tras no serle concedida la posibilidad de defender en persona y haber recibido un informe «vergonzoso» elaborado por el propio Zurimendi. «Se hace un uso de la información con fines pocos éticos. En todo momento se falta a la verdad». El origen del desaguisado se remonta a enero de 2016 cuando, según explicó, Zurimendi es «cuestionado por la junta hasta el punto de plantearse el cese de sus funciones». En ese momento, y en palabras del entrenador, «por ese y otros motivos» se le ofrece la renovación y ampliación de su contrato, momento en el que Movilla exige que al ahora secretario técnico también se le prolongue su vinculación con el club.

Sin embargo, el «cambio de rol» al que se ve abocado tras el ascenso de Movilla le supone «una inconveniencia a su estatus en el mundo futbolístico y cierto recelo de hacerla pública». Asimismo, el técnico aseguró que la totalidad de la directiva no estaba de acuerdo con su designación como mánager, por lo que lamenta la «falta de claridad».

El preparador vizcaíno, además, quiso matizar que no ha lanzado «acusaciones graves» a ningún otro empleado al club solo a Zurimendi y las aparecidas en su comunicado que puede argumentar «con pruebas» y que no existe un quebranto económico de 50.000 euros por las rescisiones habidas este curso en la plantilla. Era una plantilla muy revalorizada. Como club, sí que podíamos haber planificado con mayor celeridad esa situación, pero esa cantidad no llega ni a la mitad. Este año, los números económicos de la plantilla van a ser entre 22.000 y 30.000 euros menos de lo presupuestado». De hecho, confesó haberse sentido este curso «más orgulloso» de su labor en este área que en el banquillo, ya que considera que ha cometido errores.

Abierto al diálogo

Por otro lado, Movilla negó haber emprendido aún acciones legales contra el Barakaldo por el «incumplimiento contractual». Su objetivo es llegar a un «acuerdo» para defender su derecho laboral y honorabilidad. En este sentido, anunció su intención de explotar «todos los canales de diálogo posibles» para evitar los tribunales. «Reitero que los dos años de contrato no van a ser una carga para el socio del Barakaldo».

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