Así han sido los conciertos de Los Fueros

El 4, cuando el humo del cohete que anuncia el arranque del jolgorio todavía no se había esfumado, el vitoriano Mikel Izal cuyo apellido da nombre al grupo cumplía su sueño de actuar en el escenario principal de las fiestas patronales de su ciudad natal. Un anhelo que perseguía desde que actuaba en solitario ante treinta o cuarenta personas en locales pequeños de la ciudad como el Extitxu de la calle Pintorería, o el Green Bay, en Portal del Rey. El quinteto de pop-rock independiente que se fundó en Madrid a finales del año 2010 ya cuenta con tres álbumes de estudio en el mercado, que según ellos mismos describen buscan una "agradable digestión en las paredes del cerebro".

El día de La Blanca (5 de agosto) fue el turno de Dvicio. Estos cinco veinteañeros hicieron las delicias de los adolescentes con un pop fresco que hace dos veranos pegó fuerte con la pegadiza canción "Paraíso", que muchos recordarán porque fue el "jingle" de una campaña de publicidad de una conocida empresa de comida rápida.

El día 6 se reservó para la música en euskera de los tolosarras Esne Beltza que, como aseguran los expertos, tiene "uno de los mejores directos del panorama vasco", y que repetía cuatro años después de triunfar en las fiestas vitorianas. Una auténtica coctelera musical que mezcla el reggae, el hip-hop, el ska, el soul y el rock con los sonidos diatónicos de la trikitixa, el alegre pandero y el scratching del dj.

El 7 de agosto fue el turno de Reincidentes, que con la voz de Fernando Madina hizo vibrar las paredes de la plaza diseñada por Eduardo Chillida y Luis Peña Ganchegui con clásicos del repertorio nacional como "Vicio", "Ay, Dolores" y "Un pueblo".

El último día de fiestas, el 8, se ha reservado para los pucelanos Celtas Cortos. Al son de los violines y los flautines propios del folk-rock recordaron las risas en la cabaña del Turmo de "20 de abril" o la historia del mítico rey que tenía tres hijas en "Cuéntame un cuento". En la ciudad que vio crecer a su líder, Jesús Cifuentes (Cifu), los "Celtas" protagonizaron el concierto más clásico de los cinco programados, que llenó la plaza con todos aquellos que han canturreado sus pegadizas letras "folkis" desde el lejano 1984.